TARAPOTO. Triste final tuvo el anciano Asunción Tuanama Tapullima (60), quien falleciera aplastado por una pared, cuando tomaba una siesta luego de haber estado trabajando como obrero en la remoción de escombros de una vieja casona.
Los hechos ocurrieron el último domingo por la tarde, en el jirón Progreso, cuadra 8, en el Centro Poblado 9 de Abril, de Tarapoto, en la casona de Nilda Linares Saboya (43), quien contrató al anciano, para que con su carretilla remueva los escombros que se habían desplomado de su añeja vivienda.
El sexagenario había realizado sus labores con total normalidad hasta el mediodía del domingo, pero, según relatan algunos testigos, al promediar las 2 de la tarde, se colocó cerca de una de las paredes de la vivienda para ingerir sus alimentos, sentadote en unas carpas que había en el lugar.
Posteriormente, habría decidido darse una siesta y se quedó profundamente dormido, cuando al promediar las 4 y 50 de la tarde, los fuertes vientos que azotaron Tarapoto, hizo que la pared se desplomará aplastando al trabajador.
“Pensábamos que hubo un temblor, la hora que se desplomó la pared, salimos corriendo y vimos que una de las paredes se había caído, más allá noté la carretilla, pero no estaba don Ashuco (Asunción Tuanama), pedí auxilio y los vecinos levantaron los adobes de la pared y lo encontramos ensangrentado, lo llevamos al hospital, pero nos dijeron que ya estaba muerto”, narró la propietaria de la vivienda.
Hasta el hospital de Tarapoto, llegaron los familiares del infortunado sexagenario quienes indicaron que Asunción era un hombre que siempre trabajaba botando desmonte y removiendo escombros con palana y carretilla en mano, a pesar que no tenía la necesidad de hacerlo, siempre quería estar activo y sentirse útil, por eso lo dejaban que trabaje.
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Los hechos ocurrieron el último domingo por la tarde, en el jirón Progreso, cuadra 8, en el Centro Poblado 9 de Abril, de Tarapoto, en la casona de Nilda Linares Saboya (43), quien contrató al anciano, para que con su carretilla remueva los escombros que se habían desplomado de su añeja vivienda.
El sexagenario había realizado sus labores con total normalidad hasta el mediodía del domingo, pero, según relatan algunos testigos, al promediar las 2 de la tarde, se colocó cerca de una de las paredes de la vivienda para ingerir sus alimentos, sentadote en unas carpas que había en el lugar.
Posteriormente, habría decidido darse una siesta y se quedó profundamente dormido, cuando al promediar las 4 y 50 de la tarde, los fuertes vientos que azotaron Tarapoto, hizo que la pared se desplomará aplastando al trabajador.
“Pensábamos que hubo un temblor, la hora que se desplomó la pared, salimos corriendo y vimos que una de las paredes se había caído, más allá noté la carretilla, pero no estaba don Ashuco (Asunción Tuanama), pedí auxilio y los vecinos levantaron los adobes de la pared y lo encontramos ensangrentado, lo llevamos al hospital, pero nos dijeron que ya estaba muerto”, narró la propietaria de la vivienda.
Hasta el hospital de Tarapoto, llegaron los familiares del infortunado sexagenario quienes indicaron que Asunción era un hombre que siempre trabajaba botando desmonte y removiendo escombros con palana y carretilla en mano, a pesar que no tenía la necesidad de hacerlo, siempre quería estar activo y sentirse útil, por eso lo dejaban que trabaje.
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Nilda Linares, la propietaria de la vieja casona lamentó la pérdida de una vida en su vivienda y está corriendo con todos los gastos de defunción que viene ocasionando el trabajador. “Don Ashuco era muy querido en 9 de abril, me duele mucho su muerte”, exclamó entre lágrimas.